"Todo lo que hacía lo hacía en una frecuencia distinta. Ella era una canción final. Una melodía de cierre, donde todo tiende hacia arriba, despidiendo los últimos registros de una vida que se apaga. A mí solo me bastaba con escucharla."
Una prosa extremadamente poética, una belleza oscura, la melancolía mas sombría y una historia que te hace evocar lo mas triste, aquello que no se puede reparar.
Llegué a este libro gracias a un sorteo de @leoenelcafe y me parecía tan atractivo el titulo que participé y me lo gané.
Lo leí en una semana y es que hubiera sido mucho menos pero la vida y el segundo semestre de este año han sido crueles conmigo.
Les cuento que Carmen García, la autora, es también poetiza, publicando La insistencia (Libros de la Elipse, 2004), Gotas sobre loza fría (Cuarto propio, 2011) y Maquina para hablar con los muertos (Ediciones Bastante, 2016), siendo Las Oscurecidas su primera novela. Por otro lado se desempeña como directora de la fundación Plagio, la cual se define como una fundación integral orientada a la creación y gestión integral de proyectos participativos en torno a la literatura y las artes.
Pero... de que se trata todo esto?
Rita, nuestra protagonista llega en la noche a una ciudad nueva para ella, solo con una foto como pertenencia.
La foto representa el pasado y la ciudad una nueva oportunidad. Esta es la primera de tantas metáforas hermosas que como buena poeta nos entrega Carmen.
La ciudad parece estar congelada por un aire de miseria y estancamiento, llena de polvo, constata un aspecto viejo, como el centro de un pueblo olvidado o al que jamás llegó la tecnología. En ella conoce a personas que la acompañaran en este periplo interior, y que se volverán metáforas de futuras decisiones. Este destino final, al cual se dirige la novela, no estoy muy segura de que llegué a encontrarlo en el ultimo capitulo.
La novela se divide en 4 grandes capítulos, representados por las estaciones dando el puntapié inicial con el otoño en el que conoce a quienes serán los puntos cardinales de esta historia, que tendrá como centro a la misteriosa Rita; Elena, quien es la administradora del edificio en el que arrienda un departamento la protagonista, Maggie, la anciana vecina de Rita y en quien ella ve su futuro en soledad, lleno de nostalgia, Anik, a quien conoce haciendo un trabajo en la biblioteca de la ciudad y quien iluminará mas de un día de la vida de Rita y por ultimo el recuerdo latente de una mujer que dejó en el pasado con dolor y de la que solo le queda una fotografía.
A ratos sentí que revelarían un secreto impactante y eso me mantuvo cautiva. No obstante siento que le hace mucho honor a su nombre, ya que es una novela muy oscura, con la melancolía como banderín y varios párrafos dedicados a la autolesión explicita, la muerta de amigos cercanos y la imponente vida que a veces nos da golpes tan grades que, creemos, no nos podremos recuperar nunca de ellos.
Cada vez que algún personaje atentaba contra su integridad como Rita o Anik me dolía, me dolía el triunfo arrancado de Maggi, me dolía la soledad y desesperanza de Elena y el hecho de tener una situación de no recuperación. Es que si , el libro me gustó, pero mientras lo leía me dolía la historia, de alguna forma te cuenta una historia de una manera implícita el intento de arrancar del dolor.
El aspecto que mas me agrado fue que contara historias de mujeres, protagonizada, impulsada, secundada y lo mas importante, creada por mujeres.
Hermosamente autografiado.
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