Ella estaba nerviosa, pero trataba de calmarse con el pensamiento de que solo era una cita, una primera cita, pero nada definitivo al fin y al cabo.
Trato de lucir sexy intencionalmente, sin embargo terminó poniéndose lo que siempre usaba, una blusa holgada y jeans. se miró al espejo y dijo: "la comodidad es lo primero"
Subió al metro, una, dos, diez estaciones y llegó al destino previamente acordado, habían estado hablando por un mes y algo más, últimamente todos los días y a cada momento del día, se acompañaban, algo que le gustaba mucho es que él la escuchaba de verdad, si le preguntaba cual era su color favorito, lo más probable es que realmente a él le interesaba esa información y eso la hacía sentir especial.
Lo vío por primera vez, un sudor leve y cálido inundó sus manos apretadas en puño ocultadas por la posición de sus brazos. Él también la vió y le sonrío, una sonrisa que sin duda le resultaba familiar, cercana y que sin quererlo hizo que sus manos en puño se relajaran para saludarlo.
-Hola. -le dijo ella
-Hola, al fin -le dijo él
Solo bastó ese saludo amable para ponerse a caminar y conversar como si se conocieran de siempre, el reloj distorsionó el tiempo y las horas pasaron casi volando, comieron y tomaron entre risas y anecdotas que ella al menos nunca se había atrevido a contarle a nadie, pero él era especial, quizás se precipitó a decirlo pero sentía por primera vez que podía ser el indicado.
La noche siguió y él la invito a su departamento, un par de copas no la hacían sentirse ebria y sentía esa conexión radical de querer estar con él más cerca aún.
Tomaron un taxi y al sentarse uno al lado del otro, surgió un beso, más apasionado de lo que se pudiera describir y confirmo lo que su cuerpo le estaba diciendo hace mucho rato.
Llegaron al departamento sin cortar del todo ese beso inicial y entre torpezas y pequeños tropezones dieron con la puerta al fin.
Mi espalda encorvada
síntoma del peso que llevo acuestas
recorre sin rumbo y descamina esos pasos que antaño dio
ahora solo carga los cientos de recuerdos que son solo eso
recuerdos...
nunca promesas, nunca sentires y los recuerdos
pesan, atrasan.
La noche llega y mi grito no te toca.
A mi no me da miedo tu huracán
por su magnitud
presiento que sacará techumbres
pero ahí estaré, refugiada
omnipresente en tu densidad.
A mi no me da miedo tu huracán
sé que llegará algún día
presiento que destruirá casi todo
lo contemplaré con calma
sin tratar de contener, sin tratar de poseer.
A mi no me da miedo tu huracán
tu mano me muestra el lugar
del primer rayo
me alejo y veo lo majestuoso
sin fin de colores.
A mi no me da miedo tu huracán
soñé con el, lo esperé tanto
y como una infante curiosa
lo he investigado y visto en sueños
por eso, no me da miedo tu huracán.
Tus ojos
Luz de mi manantial
Tu tibio caudal
calma mi fuego
mis manos
en lo más trascendente
de tu cuerpo y existencia
me retuerzo al abrir
y la sensación me eleva.
Acabo de terminar esta obra maestra y estoy en shock...
"Cuando esos músculos y esas articulaciones adquirieron la facultad de moverse, aquel ser se convirtió en algo tan indescriptible que ni siquiera Dante habría sido capaz de concebir nada igual"
-No hay espectáculo tan triste como el de un niño malo, y sobre todo el de una niña mala ¿Sabes donde van los malos después de morir?
-Van al infierno
-¿y que es el infierno?¿Me lo puedes decir?
-Un pozo lleno de fuego
-¿Y querrías caer a ese pozo y arder por toda la eternidad?
-No señor.
-¿Y que debes hacer para evitarlo?
Reflexioné un instante. La respuesta que se me ocurrió y que di era censurable:
-Debo mantener la salud y no morirme.
El cuento de la criada y Los Testamentos - Margaret Atwood
Al fin vi esta película y no hizo más que emocionarme, preguntarme porque?!!! arrodillada en el living de mi casa, mirando al cielo con los brazos abiertos y deleitándome con cada uno de los detalles mas hermosos que ví en una de las versiones más entrañables de esta historia que amo infinitamente.