Este libro me atrapó antes de leerlo, simplemente una historia de fuego.

Como dije todos conocen a Charles Darwin y su polémica teoría de la evolución,  que  nos cuenta acerca de que todos los seres vivos tenemos un antepasado en común por lo tanto compartimos indicaciones biológicas y genéticas. Como científico recorrió nuestro país entre 1832 a 1835, desplazándose desde Tierra del Fuego hasta Copiapó, realizando observaciones geológicas, botánicas, zoológicas y antropológicas. Por su parte, Mauricio Rugendas, célebre pintor alemán también visitó Chile dentro del mismo periodo, ya que fue uno de los primeros que se adentro en el paisajismo de Sudamérica, ese lugar misterioso y salvaje para muchos de su época, lejos de asustarlo lo insto a venir aún más al sur, llegando hasta la provincia del Maule, en el que, al igual que Darwin conocen de forma estrepitosa a Doña Carmen Arriagada, quien era una terrateniente, casada con un general pero que no tenía mayor contacto con el.